martes, 22 de abril de 2014

DISEÑO

Ideas y Creatividad
para aprovechar el espacio
bajo nuestras escaleras 1


Podemos dar infinidad de usos a los espacios muertos que tenemos bajo las escaleras de nuestras viviendas, uno de los mejores trucos es añadirle unos estantes y convertirlo en un espacio de almacenamiento, pero… alguien ha pensado alguna vez en emplear ese espacio como escritorio, transformarlo en nuestra pequeña oficina; o bien en convertirlo en el cuarto de invitados, instalando una confortable cama.

Todo dependerá del diseño de nuestra escalera y de su ubicación en nuestra casa, sin embargo espero que con el presente artículo todos repensemos una nueva forma para aprovechar el espacio que disponemos bajo nuestras escaleras.

IDEAS PARA LAS ESCALERAS DE NUESTROS PASILLOS


Si la escalera de nuestra vivienda se encuentra en el recibidor de nuestra casa, o bien ubicada en un pasillo donde exista un tránsito más concurrido, sería una buena zona para aprovecharla como almacenaje de los objetos que más a mano se hayan de tener, incluso hasta las bicicletas si somos aficionados al deporte. Otro concepto sería emplear este espacio para dar un toque especial de decoración a nuestra vivienda.






IDEAS PARA LAS ESCALERAS DE NUESTRO SALÓN


Si las escaleras están ubicadas en nuestro salón, seguramente sean unas escaleras más elegantes y dispondremos de más espacio e ideas para aprovecharlas. Aprovecharemos este espacio para integrarlo con el resto de la decoración de nuestro salón y podremos transformarlo en una elegante librería, en nuestro perfecto rincón de lectura, en un práctico botellero, o bien en el complemento de almacenamiento a nuestra sala de estar.











IDEAS PARA CONVERTIR EL ESPACIO BAJO LA ESCALERA EN NUESTRO ESCRITORIO


Si no disponemos de mucho espacio en nuestro hogar, siempre podemos sacar partido a este espacio bajo la escalera para convertirlo en nuestra pequeña zona de estudio o en nuestra pequeña oficina.





Esperamos que les haya gustado, continuaremos el mes que viene con más ideas para aprovechar los espacios bajo escalera en cocinas, baños, dormitorios y más!


Fuente: Cosas de arquitectos, por Tomás Fernández

TURISMO Y BIENESTAR

Un recorrido por las iglesias del Casco Histórico


Es el sector de mayor densidad de arquitectura religiosa de la Ciudad de Buenos Aires. Ejemplos emblemáticos que incluyen a la Catedral Metropolitana y a otras importantes iglesias donde se gestaron hechos fundamentales de la historia de nuestro país.


San Ignacio de Loyola es la más antigua de la Ciudad.

Empecemos por San Ignacio de Loyola, en Bolívar y Alsina, la iglesia más antigua que se conserva en la Ciudad. La esquina forma parte de uno de los enclaves patrimoniales más importantes de la ciudad, la Manzana de las Luces. Fue construida a partir del siglo XVII sucesivamente por el Hermano Juan Krauss, el Padre Juan Prímoli, los hermanos alemanes Juan Wolff y Pedro Weger y el italiano Andrés Blanqui en estilo Barroco. Hoy luce blanca, espléndida; y, por las noches, estratégicamente iluminada.

La Catedral Metropolitana, en Avenida Rivadavia y San Martín.

Unas cuadras hacia el norte, sobre la Plaza de Mayo, está nuestra Catedral Metropolitana. Su imponente fachada pertenece al ingeniero Próspero Catelin y al arquitecto francés Pierre Benoit quienes sobreimpusieron al antiguo templo un nuevo pórtico en estilo Neoclásico, acorde con las aspiraciones de modernidad que detentaba el país liberado de España. Para algunos su fuente de inspiración es la Iglesia de la Madeleine de París; para otros, la fachada del Palais de Bourbon.

Seguimos la visita por tres templos similares por ubicación y conformación tipológica: se encuentran en esquinas orientadas al noroeste, están retirados de la línea municipal y precedidos por una suerte de patio con rejas. Y los tres componen sus fachadas con un cuerpo principal y dos laterales.

 Basílica Nuestra Señora del Rosario con el Convento de Santo Domingo, en Defensa y Belgrano.

La más austera es la Basílica Nuestra Señora del Rosario con el Convento de Santo Domingo, en Defensa y Belgrano. En su atrio se aloja el mausoleo del general Manuel Belgrano. Y en una de sus torres aparecen unos tacos de madera que representan las esquirlas de las balas de cañón de la época de la Invasiones Inglesas.

Basílica Nuestra Señora de la Merced, en Reconquista y Perón.

La Basílica Nuestra Señora de la Merced, en Reconquista y Perón, construida a partir del año 1732 por el arquitecto jesuita Andrés Blanqui, tiene un frente más trabajado. Remata en un frontis curvo con un bajorrelieve que representa el momento en que Manuel Belgrano ofrece su bastón de mando a Virgen María.

 Basílica de San Francisco de Asís y Capilla de San Roque, en Alsina y Defensa

Más recargada aún es la Basílica de San Francisco de Asís y Capilla de San Roque, en Alsina y Defensa, hoy parcialmente cubierta por andamios. También fue construida con los planos de Andrés Blanqui entre 1731 y 1754, pero su fachada se desplomó. La actual es de 1911 y fue proyectada por el arquitecto Ernesto Sackmann en estilo Neo-barroco bávaro, con un grupo escultórico que remarca su eje de simetría con San Francisco de Asís, flanqueado por Dante Alighieri, Giotto y Cristóbal Colón.


Yendo para el oeste por Alsina y a la altura de Piedras aparece otro tipo de templo. La Iglesia San Juan Bautista, que aloja bajo el coro una cripta con tumbas de 270 monjas clarisas capuchinas, tiene una fachada en estilo Neorromámico proyectada en 1895 por el arquitecto J. M. Belgrano y luego rehecha por su colega Rómulo Ayerza.


Pero tuve que alejarme un poco más del centro para encontrar una iglesia que creo yo está más cercana al espíritu de nuestra época. En la esquina de Belgrano y Sáenz Peña está Nuestra Sra. de la Rábida, en lo que fue parte del edificio donde funcionaron los colegios Nuestra Señora de la Misericordia y el Cardenal Newman. De afuera, una construcción de color ladrillo con ventanas tapiadas en planta baja. Adentro, una simple capilla sin conformaciones espaciales jerárquicas donde uno de sus lados, vidrio mediante, da a un hermoso jardín.

Fuente: Clarin Arq, por Beto Gonzalez Montaner

TECNICA

Energía fotovoltaica, una alternativa para el uso residencial


Silenciosa y amigable con el medio ambiente, la tecnología solar fotovoltaica se transforma en una alternativa ante la crisis energética y puede remplazar a los grupos electrógenos en las viviendas.


Instalación para una oficina en el barrio de Chacarita.

El verano pasado tuvo como protagonista a los cortes de luz. Esto evidenció que el suministro eléctrico dejó de ser un servicio seguro, en especial en los días de temperaturas extremas.

Una alternativa, ya implementada por muchos, es la colocación de pequeños grupos electrógenos que si bien soluciona la problemática de los cortes utiliza combustibles fósiles para su funcionamiento. Lo cual quiere decir, que consume recursos no renovables. Pero existe una segunda alternativa más eficiente y ecológica que todavía ha sido poco implementada: se trata de usar energía fotovoltaíca (energía eléctrica generada a través de la acción del sol) de baja potencia producida a través de paneles, que así puede competir con pequeños grupos electrógenos y que asegura el funcionamiento de la iluminación básica, la telefonía, el modem, las computadoras portátiles y la heladera de la vivienda durante estos períodos de cortes de suministro eléctrico.
Este sistema cuenta con un beneficio secundario: contrariamente a lo que sucede con los grupos electrógenos, con estos equipos se puede generar ahorro, dado que esta tecnología funciona mediante la radiación solar, y no necesita de combustibles fósiles.

 Instalación de un sistema fotovoltaico para una vivienda en el Tigre. Foto: Sursolar.

A su vez, y sin necesidad de esperar a los cortes de luz, el sistema fotovoltaíco puede ser utilizado en forma permanente. Por medio de un circuito que funciona independientemente de la red eléctrica doméstica, el sistema alimenta los consumos básicos asegurando un suministro eléctrico en forma constante.

El sistema fotovoltaíco puede convivir con la electricidad de red en circuitos separados. Técnicamente, no hay limitaciones para alimentar una vivienda con circuito solar de manera completa, pero los costos resultarían muy elevados dado que la superfice requerida  sería excesivamente grande.

Instalación de respaldo para una vivienda en la Costa Atlántica.

Para instalar un sistema fotovoltaico es necesario disponer de una superficie de captación para la radiación solar, paneles fotovoltaícos, un regulador de carga, un inversor-cargador y un banco de baterías. De esta forma, la energía captada por la superficie de los paneles se almacena en el banco de baterías y el inversor-cargador permite transformar la corriente continua de 12 Voltios, propia de un sistema de generación fotovoltáica, a corriente alterna en 220 V. Cabe destacar que la superficie de captación solar necesaria para que el sistema funcione correctamente está directamente relacionada con la demanda energética prevista: a mayor demanda, mayor superficie de captación y mayor inversión en equipamiento.

Penel fotovoltaico ensamblado en el país.

Estos sistemas se dimensionan según la latitud y las condiciones del cielo del lugar de emplazamiento de la instalación. De acuerdo a datos estadísticos, se estima que los paneles pueden producir energía suficiente, aún en días nublados,  para 2 o 3 días de consumo. Asimismo, al incorporar un inversor-cargador, el sistema permite recargar las baterías durante los momentos en que la red eléctrica está disponible. El costo de un equipamiento de buena calidad para cubrir esta demanda ronda los 5000 dólares.

* Asesor en sustentabilidad, energías renovables y Director de Sursolar

Fuente: Clarin Arq, por Fabián Garreta


lunes, 21 de abril de 2014

ACTUALIDAD DE OBRA

Sustentabilidad

Las fachadas verdes
de Renzo Piano en Trento

Las estrategias sustentables son claves del proyecto urbano Le Albere. En las pieles vidriadas se diseñaron dispositivos para aprovechar la energía solar.


Fachadas vegetalizadas con un sistema de riego por goteo que utiliza el agua del río.

La urbanización Le Albere, proyectada por Renzo Piano en un área degradada de la ciudad de Trento y recientemente inaugurada, es un muestrario de las inquietudes del ganador del premio Pritzker en lo relativo a la arquitectura sustentable y el ahorro energético. Ubicado en la franja de once hectáreas donde funcionó durante décadas la fábrica de neumáticos Michelin, el nuevo barrio fue concebido íntegramente como un modelo de barrio ecológico.

Despiece de la fachada.

Los volúmenes en tira que componen las manzanas, y que albergan en total 350 unidades residenciales y de oficinas, están provistos de una gran variedad de dispositivos para aprovechar y conservar la energía solar, tanto durante el largo invierno alpino como en los meses de verano. Por caso, todas las cubiertas cuentan con paneles solares fotovoltaicos que, entre otras ventajas, hacen funcionar con energía geotérmica una bomba de calor que provee calefacción o refrigeración, según la época del año.

Las fachadas vidriadas de todos los edificios, en particular, fueron objeto de un diseño especial. Todas ellas cuentan con distintas clases de toldos de tela automatizados que funcionan en base a sensores fotovoltaicos, de modo tal que al que accionarse el motor -con la propia energía solar-, estos toldos o persianas, según su tipología, suben o bajan, se enrollan o desenrollan y cambian de inclinación en función de la incidencia del sol. Ubicados por fuera de los paños vidriados, las cortinas fueron pensadas también para evitar el efecto invernadero, es decir, la radiación directa del sol sobre el vidrio.

Sistema de toldos rebatibles con mecanismo fotosensible.

Por otra parte, todos los aventanamientos cuentan con carpinterías de doble vidriado hermético (DVH) que son en sí mismas aislantes térmicos, y, como factor aislante adicional, las fachadas están vegetalizadas mediante una grilla de macetones de fibrocemento montados sobre bandejas metálicas. El verdor se mantiene gracias a un sistema de riego por goteo incorporado que recoge agua del río.

Fachada con vegetación.

Estas fachadas -idénticas en todos los edificios del complejo- se resolvieron con montantes de maderas de espesor generoso en la estructura y en las carpinterías. Toda la madera utilizada proviene de bosques gestionados de manera sostenible con certificado del CFPE (Programa para el Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal ) o el FSC (Forest Stewardship Council).

Fuente: Clarin Arq, por Ariel Hendler.

ARQUITECTURA

The Bow,
de Foster + Partners

La torre de oficinas más alta de Calgary en Canadá tiene una altura de 237 metros y cuenta con jardines internos que mejoran su comportamiento energético.


Cada sección triangular de la estructura abarca seis pisos. Fotos: Nigel Young.

The Bow, una torre de 237 metros de alto, es el edificio más alto de la ciudad y la torre más alta de Canadá fuera de Toronto. La base pública de la torre está ocupada por comercios, restaurantes y cafés, y se extiende a una generosa plaza parquizada, mientras que los pisos de oficinas están marcados por tres jardines de seis pisos, que permiten la ventilación natural y ayudan a reducir significativamente el consumo de energía.

La torre se curva hacia el sol para aprovechar la radiación
y maximizar el perímetro para las oficinas.

La torre mira hacia el sur, curvándose hacia el sol para aprovechar la luz y el calor y, al mismo tiempo, maximizar el perímetro para las oficinas con vista a las montañas Rocallosas. Al orientar la fachada convexa hacia el viento predominante, se minimiza la carga estructural y así se reduce la cantidad de acero necesaria para el sistema diagrid (rejilla en diagonal) intrínsecamente eficiente. Cada sección triangular de la estructura abarca seis pisos, contribuyendo a descomponer visualmente las dimensiones del edificio.



La base de la torre está ocupada por comercios.

La fachada vidriada se adelanta para crear una serie de atrios que se extienden por toda la altura de la torre. Estos espacios actúan como barreras climáticas, aislando el edificio y ayudando a reducir significativamente el consumo de energía.

La retícula se abre configurando el acceso.

The Bow también establece conexiones laterales con los edificios aledaños. La torre está fusionada en dos puntos con el sistema de pasarelas cerradas de Calgary, que ofrece protección de los duros inviernos de la ciudad. El segundo piso está abierto al público e integra comercios y cafés y, con la única conexión pública sobre Centre Street, el esquema completa un enlace peatonal vital en la red céntrica.

The Bow


Proyecto: Foster + Partners. Equipo de proyecto: Norman Foster, David Nelson, Spencer de Grey, Nigel Dancey, James Barnes. Ubicación: Calgary, Canadá. Año: 2013. Superficie total: 199.781 m2. Superficie por planta: 3.584 m². Altura: 239 m (58 pisos)

Planta baja.

Planta jardín nivel 24.

Planta nivel 54, SUM y Auditorio.

Planta tipo oficinas.

Vista

Fuente: Clarin Arq

ACTUALIDAD

Reapertura

El Palacio Bencich
festejó sus 100 años

Construido por Eduardo M. Lanús y Pablo Hary en 1914, volvió a abrir sus puertas este edificio de inspiración francesa y estilo ecléctico. 



A metros de Plaza San Martín y en un lote entre medianeras, el Palacio Bencich mantiene el esplendor de la Buenos Aires opulenta de principios del siglo XX. En esa época, arquitectos, planos, materiales y equipamiento venían directamente de París para conformar las residencias de las familias más importantes de la sociedad porteña. El Palacio fue construido por Eduardo M. Lanús y Pablo Hary en 1914 y celebró su centenario con un gran fiesta de reapertura.



El palacio está emplazado sobre un terreno de 920 metros cuadrados, retirado de la línea municipal. Sus autores, egresados de las Escuelas de Bellas Artes de París y Bruselas, se valieron para el diseño del modelo del Grand Hotel francés: un acceso en planta baja a través de un porte cochere (entrada para carruajes) y una entrada principal con escalera de mármol que lleva al primer piso, donde se encuentran los salones de recepción. Las habitaciones privadas se relegan al segundo piso y los servicios, a nivel de la calle y el subsuelo.



Así, la planta principal del Palacio Bencich está organizada en torno al gran hall de doble altura, iluminado por un vitral central y rodeado de salones de distintas dimensiones. Se suceden el salón dorado, el salón azul, el salón verde y el salón blanco, donde las arañas de cristal, las boisseries, los bronces y los dorados a la hoja, brillan como en la Belle Epoque. Hacia el fondo del lote se ubica el jardín de invierno, con pisos de mármol y espejos. Contiguo a éste, el salón bordó, totalmente revestido en madera, con diseños tallados a mano, se abre a la terraza que desemboca en el jardín posterior, un pulmón en pleno centro de la ciudad. A tono con los tiempos, ahora el palacio (o parte de él) puede alquilarse para fiestas, banquetes y eventos corporativos.




Fuente: Clarin Arq, por Graciela baduel