El Relais Rione Ponte combina muestras de arte contemporáneo y diseño de autor en las habitaciones. En las inauguraciones se abren las suites para que los invitados la experimenten. El emprendimiento lo lleva adelante una argentina y una italiana.
Puertas adentro de un típico edificio histórico de Roma, el hotel Relais Rione Ponte combina una galería permanente de arte contemporáneo, con obras originales de artistas internacionales en las habitaciones y en los espacios comunes. Laura Barrientos, argentina, y su socia italiana Silvia Natoli llevan adelante el hotel boutique de 9 habitaciones. Y comparten la convocatoria de artistas junto al estudio 4Start, que organizó las ediciones de la muestra Destroyed Room - Artists were here. "Esa noche, los huéspedes se vieron rodeados por cuadros y esculturas de artistas como Cristiano Carotti, Desiderio, Andreas Senoner, Mitja Ficko e Yuliya Lanina en los espacios del Relais", explica Barrientos, que ahora está en plena producción de la vernisagge del 13 de setiembre. La artista que tapizará paredes y pasillos con sus intervenciones es Keziat. Multidisciplinaria, la italiana despliega piezas de video arte, música y performances teatrales. Sus obras se desplegarán junto al mobiliario de diseño de autor del hotel: luminarias de la firma Flos, con la firma de Michael Anastassiades y piezas realizadas en madera de cerezo y a medida por el atelier Bertele Mobili.
Durante la muestra Versus, los artistas Cristiano Carotti y Desiderio desplegaron su impronta en camas, almohadas, sillones y hasta los baños. "Me interesa la estética de lo decadente", señala Carotti. "El gran riesgo de la sociedad es conformarse, y esto conduce a una pérdida de identidad, un aplanamiento de la curiosidad y nos aleja de las percepciones. En Rione Ponte sumamos la posibilidad de ofrecer un elemento único, sólo posible a través del arte", agrega Virginia Colonna, de 4Start. Otra de las muestras, Sleepless Nights, tuvo como protagonistas a Mitja Ficko, Yulila Lanina y Andreas Senorer, que conjugaron situaciones oníricas entre las habitaciones. La noche fue el hilo conductor. Las figuras humanas en madera sacra de Senorer y los paisajes místicos del esloveno Ficko, se mezclaban con los cuentos de hadas rusos y la mitología griega, el aporte de la rusa Yuliya Lanina.
"La idea es proponerle al huésped un diálogo auténtico entre los espacios del hotel y las muestras. Tenemos muy buena aceptación, las obras generan estímulos que invitan a la imaginación y la reflexión durante una estadía. El marco artístico se diluye, todo transcurre dentro y fuera de los espacios del hotel, que además está ubicado en un punto urbano clave", agrega Barrientos, sobre el entorno del "barrio del Renacimiento", donde confluyen varios tesoros arquitectónicos: el Palacio Altemps y la Basilica di Sant’Apollinare, la Plaza de las Cinco Lunas, iglesias y monumentos.
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