Tras una pulseada con Norman Foster, el estudio danés logró quedarse con el proyecto para diseñar la nueva sede de Fox en el lugar que dejaron las Torres Gemelas de Manhattan.
El Two World Trade Center (2WTC) del inglés era una torre de 79 pisos que terminaba en un techo inclinado con la forma de 4 relucientes diamantes, con la típica sobriedad y elegancia de la arquitectura de Foster.
Por el contrario, el proyecto de BIG es una pila de siete cubos medio desfasados que recuerda al juego de un chiquito de tres años. Larry Silverstein, el dueño de las Torres Gemelas antes de su destrucción y desarrollador de las tierras después del atentado, había elegido a Foster por su experiencia y pensando en los futuros inquilinos del edificio. Pero ocurrió que Rupert Murdoch, el dueño de la 21 Century Fox y News Corp quería un nuevo edificio y le puso el ojo al terreno que Silverstein tenía vacante en el Ground Zero. Con ese cliente entre manos, el desarrollador dejó que Murdoch eligiera arquitecto, aunque Silverstein no tiene ningún problema de dar marcha atrás con cualquiera de sus decisiones. Así fue como corrió a Daniel Libeskind, autor del master plan para la zona, cuando tuvo que construir la primera torre.
ESQUEMA 1. el edificio se compone de siete cubos con siete entradas para cada empresa
ESQUEMA 2. Las plantas se ordenarán de forma decreciente.
ESQUEMA 3. La torre de BIG, de igual altura que su vecina, contará con una serie de terrazas que crearán una sucesión vertical de verde.
James Murdoch, hijo de Rupert y ejecutivo clave en 21 Century Fox, no quería construir una torre. El edificio Foster le parecía más indicado para un banco de inversiones que para una empresa de medios de comunicación modernos. Su modelo era el de empresas de tecnología como Google.
Pero Manhattan no es Silicon Valley, y en la Gran Manzana todo está más apretado y sigue el patrón de la grilla urbana. Sin embargo, la mente inquieta de Ingels encontró una solución para satisfacer a sus clientes y a los requerimientos simbólicos de área. En su torre de volúmenes apilados, cada cubo podría contener una empresa con las cualidades de f lexibilidad y conexión que Murdoch quería. Además, visto desde la plaza del Memorial, el proyecto parecerá una torre alta, seria y delgada que congeniará perfectamente con el One World Trade Center (1WTC), el edifico insignia de la reconstrucción. Pero, mirada desde el barrio Tribeca, el lugar de moda con edificio bajos y antiguos, la construcción mostrará esa imagen de bloques apilados con terrazas profusamente verdes cada doce pisos.
Pero Manhattan no es Silicon Valley, y en la Gran Manzana todo está más apretado y sigue el patrón de la grilla urbana. Sin embargo, la mente inquieta de Ingels encontró una solución para satisfacer a sus clientes y a los requerimientos simbólicos de área. En su torre de volúmenes apilados, cada cubo podría contener una empresa con las cualidades de f lexibilidad y conexión que Murdoch quería. Además, visto desde la plaza del Memorial, el proyecto parecerá una torre alta, seria y delgada que congeniará perfectamente con el One World Trade Center (1WTC), el edifico insignia de la reconstrucción. Pero, mirada desde el barrio Tribeca, el lugar de moda con edificio bajos y antiguos, la construcción mostrará esa imagen de bloques apilados con terrazas profusamente verdes cada doce pisos.
Además, el proyecto tienen virtudes urbanas: la base del 2WTC está alineada con la “Cuña de la Luz”, una idea de Daniel Libeskind que le dio sentido a todo su master plan. De esta manera, el corrimiento de la base permitirá preservar las vistas a la capilla de St. Paul desde el Memorial Park. Y las terrazas crearán una sucesión ascendente de vegetación desde la plaza de la capilla hasta lo más alto.
La parte del edificio que ocupará Fox y News Corp, tendrá cafetería y jardín propio. Los ascensores estarán concentrados en el extremo occidental de la planta y varias escaleras garantizarán la conexión interna de cada cubo.
Pero no está todo dicho. Silverstein es un pragmático empedernido que ya se deglutió a varios arquitectos estrella. Mucho depende del costo del edificio y de que Ingels convenza al dueño de la operación. “El exterior es dictado por lo que pasa en el interior”, repite Silverstein, que ha visto muchos edificios y al que lo dejaba tranquilo el proyecto de Foster. Pero Ingels ya convenció a Murdoch, la persona que decide cuando se trata de sus empresas. David Childs, presidente de Skidmore, Owings & Merrill y el diseñador de 1WTC respaldó a Ingels. Richard Rogers y Fumihiko Maki, los arquitectos de las torres tres y cuatro, también. Habrá que esperar que el brillante Bjarke convenza al astuto Larry.
La parte del edificio que ocupará Fox y News Corp, tendrá cafetería y jardín propio. Los ascensores estarán concentrados en el extremo occidental de la planta y varias escaleras garantizarán la conexión interna de cada cubo.
Pero no está todo dicho. Silverstein es un pragmático empedernido que ya se deglutió a varios arquitectos estrella. Mucho depende del costo del edificio y de que Ingels convenza al dueño de la operación. “El exterior es dictado por lo que pasa en el interior”, repite Silverstein, que ha visto muchos edificios y al que lo dejaba tranquilo el proyecto de Foster. Pero Ingels ya convenció a Murdoch, la persona que decide cuando se trata de sus empresas. David Childs, presidente de Skidmore, Owings & Merrill y el diseñador de 1WTC respaldó a Ingels. Richard Rogers y Fumihiko Maki, los arquitectos de las torres tres y cuatro, también. Habrá que esperar que el brillante Bjarke convenza al astuto Larry.
BIG llega en septiembre a Buenos Aires
En septiembre próximo, la Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires, contará con la presencia de Kai Uwe-Bergmann, mano derecha de Bjarke Ingels, socio, director de negocios y jefe de comunicación del estudio danés BIG.
Uwe-Bergman es conocido por su capacidad como organizador y comunicador. Su carisma sigue de cerca a la conocida empatía que produce Bjarke Ingels. Podría decirse que es el hombre detrás del súper star. Instalado desde 2006 en Copenhague, Kai se convirtió en arquitecto, negociador, embajador y DJ. Armó un equipo que busca oportunidades internacionales en base a investigaciones de mercado y ya lleva concretado trabajos en más de 10 países. Bjarke bromea que el departamento de Kai se quedaría con todo el estudio si no fuera que los cheques los firma otro.
Kai atiende tanto lo que pasa afuera de la oficina como lo que pasa adentro. Para celebrar la llegada del empleado 150, organizó y pagó un viaje a Japón para todo el staff. Las oficinas de Copenhague y Nueva York se encontraron en la meca de la arquitectura contemporánea para seguir un detallado plan que incluía visita a edificios, exhibiciones en galería y dos conferencias del jefe Bjarke Ingels. Para Kai, esto es un programa educacional imprescindible para su equipo. Ahora, está pensando en organizar estos viajes cada dos años.
Kai Uwe-Bergman presentará los últimos proyectos de BIG en la XV Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires que se realizará a partir del 5 de septiembre próximo en el Centro Cultural Recoleta.
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