viernes, 16 de agosto de 2013

Cemento alisado sin fisuras

Por qué se estropean los alisados de cemento.
Claves para construir pisos más durables y resistentes.



Los pisos de cemento alisado, tan de moda últimamente en casas y tan útiles en la industria, tienen algunos problemas cuando no están bien construidos: se pueden resquebrajar como tierra seca y es común que se fisuren y agrieten. También suelen presentar desniveles entre paños o juntas de dilatación muy marcadas.

Todos estos problemas tienen diferente origen y, por lo tanto, distintas soluciones. Cuando la causa del desperfecto es una fuerte humectación del contrapiso la solución es extraer el agua contenida en la masa del piso a través de evaporadores estáticos o canales de ladrillo hueco colocados en el contrapiso. Estas canalizaciones deben tener una ventilación en sus extremos. De todos modos, después del secado hay que rehacer el alisado.

La fisuración también se puede originar por una sobrecarga muy fuerte, ya sea puntual o uniformemente distribuida, sobre un contrapiso seco, pero apoyado sobre un terreno de media o baja capacidad portante. En este caso, se manifiestan depresiones tipo valle acompañadas por elevaciones en forma de cresta. Este fenómeno se ve en playas de maniobra de vehículos y en galpones donde los autoelevadores hacen maniobras de giro y frenado brusco en un radio corto. No tiene sentido en estos casos rehacer el piso de cemento alisado sino se refuerza el sustrato.

Antes de ejecutar este recalce hay que evaluar si se justifica ya que su costo implica hacer un análisis del suelo. En la mayoría de estas situaciones se hace necesario remover el contrapiso, ejecutar una subrasante compactada con suelo cemento o suelo cal de unos 20 centímetros y colocar una manta de polietileno de 200 micrones. Luego, rehacer el piso con poco agua de amasado, dejar ventilar todo el tiempo que sea posible y aplicar como terminación el cemento alisado.

Para obtener un buen resultado se deberá trabajar en paños no mayores de 12 metros cuadrados y, en lo posible, en anchos menores a 1,50 metros. Es muy importante la ubicación de las juntas de dilatación. En el caso que se usen separadores entre los paños (flejes de acero inoxidable, bronce, madera, o cualquier otro material de inclusión) es ahí donde deberá realizarse la junta. Estos pisos permiten la incorporación de piezas de decoración o guardas de diferentes materiales como cerámicas, mármoles, granitos, vidrio o venecita. 

Cómo se hacen. La ejecución de estos pisos tiene algunas condiciones básicas:


• Espesor. Entre 50 y 70 milímetros.

• Materiales. Una malla de armado interior de hierro del 4,2 o del 6 (si es galvanizada, mejor), y que el dosaje estará dado por una parte de cemento, 1,5 partes de arena tamizada y cuatro partes de piedra partida tipo “Binder”. En el agua de amasado, que debe ser la mínima posible, puede incorporarse un hidrófugo y un ligante acrílico. El agregado grueso no puede ser canto rodado. Cuando se realizan morteros cementicios de dosajes 1:3 más un colorante, sobrevienen las microfisuras propias de la contracción de fragüe para dar lugar a la aparición de grietas muy difíciles de reparar.

• Aplicación. Una operación final complementaria es el espolvoreo sobre la mezcla aún fresca de algún endurecedor de superficie, que es compuesto no metálico de partículas minerales o copolímeros acrílicos resistente a los ataques químicos y de buena compatibilidad con los cementos. Debe ser mezclado con el cemento en un dosaje de1 a 1 y el consumo oscila entre 1,5 y 3 kg/m2. Si se desea alguna coloración en particular, es posible lograrla en una amplia gama de colores. No se debe descuidar el hecho de evitar transitarlo antes de 48 horas, siendo lo ideal una semana.

• Curado. Para lograr un buen curado se debe rociar agua en forma de aspersión muy fina durante un mínimo de tres días o bien utilizar curadores químicos. Una vez seco se lo puede pasar una lija muy fina (grano 200) para eliminar alguna pequeña imperfección, sellar luego con alguna silicona al solvente por única vez para posteriormente mantenerlo en buen estado mediante la aplicación de ceras para pisos.

Es importante la utilización de endurecedores ya que estos pisos son muy sensibles a la abrasión y, de no tener este producto, su desgaste nunca será parejo. Un rodillado es aconsejable en escaleras o superficies que necesitan ser antideslizantes. En caso de tener que reparar fisuras o grietas, no debe prescindirse de utilizar productos ligantes acrílicos como puentes de adherencia entre el material existente y el nuevo. Lo más conveniente es utilizar, en los morteros de reparación, arenas de diferentes granulometrías a los efectos de lograr mayor compacidad. 

Los pisos nuevos son alcalinos y, en función de esto, no se deben pintar antes de los 180 días o eliminar esta condición mediante un ataque con ácido muriático, que dará mejor anclaje mecánico y evitará la saponificación de la pintura.

Fuente: Clarin Arq

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