lunes, 22 de septiembre de 2014

TECNICA

Aislante para terrazas ajardinadas



Un nuevo sistema asegura el drenaje del agua de lluvia y retiene la humedad necesaria para la vegetación.


La resolución constructiva de una terraza ajardinada reviste cierta complejidad porque debe garantizar una barrera eficiente contra la humedad. En tal sentido, el correcto drenaje del agua de lluvia y la protección de la membrana hidrófuga son fundamentales. Ahora se comercializa una placa termodrenante que asegura la evacuación del agua de lluvia y protege la aislación hidrófuga, prolongando su vida útil al no dejarla expuesta directamente a los agentes climáticos.

Las placas para techos Neotech roof (Estisol) están elaboradas con poliestireno de alta densidad (20 kg/m3). Su color gris se debe a la incorporación de grafito en su masa, lo que le otorga una mejora de un 20 % en su performance aislante respecto de una placa de poliestireno tradicional de igual densidad. Cada pieza mide 70 por 70 cm, con un espesor de 7,4 cm y cuesta 115 pesos. Se comercializan en cajas de 10 unidades, que rinde 5 m2.

La alta resistencia mecánica del material permite soportar el tránsito durante la instalación y luego con el uso, en cualquiera de las terminaciones posibles: terraza verde, deck, baldosones sobre soportes o pedregullo.

La placa está especialmente diseñada con cavidades pasantes para drenar y otras cerradas para retener el agua de lluvia. De ese modo, el sistema permite mantener las plantas con humedad sin necesidad de instalar sistemas de riego y asegurar el libre escurrimiento del agua sobrante. A su vez, en las cubiertas verdes, se debe colocar una barrera antirraíz (geotextil) sobre la membrana.

El sistema se puede aplicar sobre techos nuevos y existentes sin necesidad de recurrir a obra húmeda: las placas simplemente se apoyan sobre la superficie sin adhesivos ni encastres. En caso de tener que realizar una reparación, las placas se pueden retirar fácilmente y luego ser reubicadas.


Las condensaciones interiores, los puentes térmicos y el “efecto de radiador” que se produce en el ambiente por el calentamiento de la losa se pueden evitar aplicando un aislante en forma continua sobre la cara externa de la cubierta.

Las placas termoaislantes sirven también para construir un “techo invertido”, una solución para frenar el calor poco difundida y muy eficiente, ya que la membrana hidrófuga queda protegida de la acción nociva del calor, que compromete la durabilidad de la barrera hidráulica de la cubierta.

En este caso, la secuencia constructiva sería: losa, contrapiso, carpeta, membrana, las placas termoaislantes y, por último, el manto geotextil que evita el arraigue de vegetación. Este fieltro se debe levantar en los bordes y fijarlo a las paredes perimetrales con una babeta metálica.

Para que las placas de poliestireno no se vuelen con el viento, se coloca como terminación canto rodado de granulometría pareja, zarandeado para eliminar las partículas finas. De esta manera, también se protegen las placas de la radiación ultravioleta.

Fuente: Clarin Arq

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