El diseño como herramienta de inclusión social
Emprendimientos que combinan saberes ancestrales de comunidades vulnerables y técnicas que optimizan los materiales y procesos. El diseño social, un puente hacia el mercado.
El diseño como herramienta de inclusión social es una especialización dentro de la disciplina del diseño que crece día a día. Se trata de una experiencia que no cotiza en el mercado de valores, pero que tiene beneficios muy ricos para ambas partes, los profesionales y los artesanos. Unos aportan técnicas y soluciones. Otros, saberes ancestrales y cultura de origen. Ambos fortalecen una relación de inclusión y construyen una herramienta de inserción.
Estos dos casos que presenta ARQ son ejemplos del trabajo que se realiza con comunidades vulnerables.La diseñadora de indumentaria y accesorios Valeria Nicali lanzó en el invierno la colección Austral, donde abordaba la temática de animales en peligro de extinción. “Pero me quedé con las ganas de ir más a fondo”, reconoce Nicali. En un encuentro organizado por el Ministerio de Trabajo en la Biblioteca Nacional conoció a una comunidad guaraní de mujeres que tejen cestería. Luego de organizar metodologías, Nicali viajó a Misiones para crear su nueva colección en el monte donde trabaja la comunidad Poretá. “Conocimos todo el proceso de elaboración de sus cestas y compartimos con ellas un poco de su hábitat. De esta experiencia surgió nuestra colección de verano en la que hay tres líneas: comunidad, monte y fusión”, explica.
La primera da cuenta de las mujeres, sus tejidos y tradiciones.“Monte es más orgánica y tiene que ver con el entorno geográfico. Y Fusión es la más especial: une los dos mundos VN + Poretá”, dice la diseñadora, y agrega que el trabajo puso el foco en la creación de productos con mínimas intervenciones desde lo gráfico, “para rescatar la impronta de la marca, VN”.“Contar historias de vida, incorporar otros imaginarios de nuestra propia cultura es nuestro nuevo objetivo”, finaliza. En su local de Villa Crespo, en tanto, montó una exposición de los trabajos originales, realizados por Angela Corti, ilustradora.
Por otra parte, la diseñadora María Boggiano y las artesanas wichís de Ingeniero Juárez (Formosa) realizaron una línea de luminarias en chaguar, un género similar al Aloe Vera. “El trabajo se realizó a partir de la conversación. Luego, la observación y manipulación de la materia prima, las características de los tejidos, su entorno y el modo de producción. Contemplamos las reacciones e hicimos otra interpretación del material pasando del plano al volumen”, explica Boggiano, que se dedica al diseño y realización de piezas de joyería basados en la experimentación textil y el uso de materiales no convencionales. Y agrega que la sombra que genera el producto remite a la siesta del monte. El emprendimiento se desarrolló a través del Programa “Sistemas Productivos Locales” que brinda asistencia técnica y económica a grupos asociativos y al Plan Nacional de Diseño, ambos del Ministerio de Industria Argentino.Articular el diseño y la artesanía, incorporar los productos al mercado, mejorar los rendimientos de los materiales, innovar en el diseño y generar un trabajo que respete entornos y culturas. De esto se trata el diseño social.
Fuente: arq.clarin.com/diseno
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