martes, 17 de julio de 2012

ARQUITECTURA HOSPITALARIA

Un hospital eficaz y monumental

En Cataluña, un centro de salud resuelve la dualidad entre el programa ambulatorio y el de internación con dos volúmenes montados sobre una placa.

 

TIRAS TRANSVERSALES. Las naves de internación superan al basamento y avanzan sobre la línea municipal.
Como si fuera una grilla en tres dimensiones, el Hospital General de Igualada, en Cataluña, plantea una superposición de dos piezas de fuerte horizontalidad, una montada sobre la otra, según define su autor, Emili Donato, con vasta experiencia en arquitectura hospitalaria y que adjudicó el proyecto por concurso. El catalán agrega que, de esta forma, se busca responder a la dualidad básica de funciones inherente al programa: los servicios de diagnóstico-consulta e intervención ambulatoria, y los de internación.
MONTAJE. La articulación entre piezas genera un grilla en tres dimensiones.
Es por eso que el conjunto se organiza como dos cuerpos claramente diferenciados: por un lado, un generoso zócalo de dos plantas destinado a los servicios de atención rápida y urgencias, y por el otro, dos barras montadas transversalmente sobre aquel basamento (“cabalgando sobre él”, lo grafica Donato) y vinculadas entre sí para las áreas de hospitalización. Este orden espacial, además de brindar una lectura clara de la organización del hospital desde el exterior, permite que en el zócalo se encuentren las áreas más accesibles y con mayor tránsito de usuarios circunstanciales, mientras que el bloque de internación cuenta con accesos jerarquizados hacia el Sur y el Norte con escaleras y rampas.  


Pero Donato explica que, más allá de la búsqueda de racionalidad funcional, la obra expresa también cierta voluntad de “devolver al programa hospitalario el simbolismo y la monumentalidad que tuvo en otras épocas”. Vale decir, un hito urbano y una fuerte referencia de identidad arquitectónica para la pequeña ciudad de Igualada, capital de la comarca de la Anoia y situada a 67 kilómetros de Barcelona. 


Otra característica saliente del conjunto es su porosidad . Por caso, el zócalo está conformado a partir de una retícula modular con alternancia de llenos y vacíos, o tiras y patios, a la que el autor denomina “trama alveolar”. De esta forma, el edificio consigue tomar el terreno con un basamento que se extiende y abarca casi toda la superficie disponible: una solución a la que el proyectista define como “extensiva y abierta”, Algo similar ocurre con la pieza que se apoya sobre aquel, cuyas cuatro alas se disponen en una planta abierta en forma de “H”. Así se busca también optimizar la iluminación y ventilación naturales”, ya que las fachadas de las áreas de internación se orientan al Este y al Oeste.

Donato concluye que su proyecto apunta a dejar de lado definitivamente los “enormes edificios monoblock, altos y compactos”, proyectados y por el antiguo Instituto Nacional de la Salud Pública del franquismo. Y los reemplaza por una tipología inclusiva y flexible que permite el crecimiento futuro y la adaptación a las nuevas tecnologías.




Hospital General de Igualada

Ubicación: Av. de Catalunya 11, Igualada, Cataluña (España). Comitente: Servicio Catalán de Salud. Proyecto: Arq. Emili Donato. Responsables de proyecto: Arqs. Julio Alberto Pueyo, Miguel Jiménez Eroles. Colaboradores: Arqs. Martí Ballart Torras, François Leroux, Alida Díaz, Gregorio Fernández de la Cuesta, Rocío Hidalgo, Magdalena Pueyo. Sup. Terreno: 23.605 m2 Sup. Cubierta: 29.911 m2. Constructora: FCC Dirección y gerenciamiento de obra: GPO Ingeniería. Presupuesto: US$ 54.200.000

Fuente: Clarin Arq

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