lunes, 18 de junio de 2012

ARQUITECTURA

Biblioteca de la Universidad de Aberdeen

Cultura envuelta para regalo, es un prisma semitransparente que sorprende con su interior espiralado. 

 


A quince años de haber ganado el concurso para construir el Museo Aros de Arte Contemporáneo, en Aarhus, la ciudad cabecera de su estudio, los daneses Schmidt-Hammer-Lassen entregan otra obra que grafica el crecimiento de su práctica y sus ideas.

Con muchos puntos en común con el Museo Aros, la Biblioteca de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, vuelve a poner en primer plano a una ciudad que alguna vez fue una de la más pujantes de Europa gracias a sus riquezas petroleras, pero que no contaba con nuevas obras de arquitectura de envergadura desde hace 25 años.

La universidad, establecida en 1495, es la quinta más vieja del mundo de habla inglesa y posee un acervo de cientos de miles de libros y manuscritos. Actualmente, tiene una matrícula de unos 14 mil alumnos. La superficie total de la Biblioteca ocupa 15.500 metros cuadrados y allí se acomodan 1.200 puestos de lectura, archivos, colecciones históricas y salas destinadas a incunables.

El edificio es un monolito brillante cuyas fachadas se asemejan a un gran vitral de tonos azules y celestes, y tiene el aspecto de un iceberg que parece flotar sobre el verde del campus. Sus líneas puras se destacan en medio de la profusión de edificios académicos de distintas épocas, como los pabellones medievales del King’s College. Ocurre que, junto con Bath y Edimburgo, Aberdeen tiene una rica tradición arquitectónica, plagada de obras construidas en granito gris plata provenientes de la cantera de Rubislaw. La Biblioteca intenta dialogar con estos edificios, que brillan al sol y adquieren la apariencia de montañas artificiales al atardecer.


El aspecto sustentable, ya un “must” en cualquier obra de esta envergadura, determinó que el diseño del edificio fuera pensado para minimizar los costos de mantenimiento y energía. La estructura está compuesta por paneles acristalados irregulares de alta performance (incombustibles y aislantes acústicos) que brillarán con distintas intensidades tanto de día como de noche, convirtiendo a la biblioteca en un landmark de la ciudad. El techo cuenta con paneles fotovoltaicos que proveen parte de la energía requerida por el edificio y un sistema de recolección y reciclado permite usar el agua de lluvia en los baños. Un dispositivo de ventilación movil hace que la temperatura interior esté siempre en torno de los 18 o 19 C°, y logra que sólo se necesite acondicionamiento artificial cuando la temperatura exterior es más baja. El sistema de climatización, además, está diseñado para activarse solo en las zonas ocupadas, y no insufla aire desde los cielos rasos en áreas donde no hay actividades. Todos los espacios de trabajo son generosos en luz natural y la ganancia de luz y la pérdida de calor alcanzan niveles de alta eficiencia. El porcentaje de vidrio y de paneles sólidos esta en alrededor del 50 %. Por estas razones, el edificio logró un certificado de excelencia en las normas BREEAM (equivalente europeo de las LEED).

A pesar su perfección geométrica, el edificio tiene un aire etéreo, especialmente cuando la luz se cuela a través de los 720 paneles estriados de sus fachadas. Y más allá de las anécdotas de construcción, la clave del edificio está en el fuerte contraste entre el exterior de líneas netas y el interior plagado de formas orgánicas.Los daneses diseñaron un prisma semitransparente que funciona como una suerte de caja contenedora. Por su parte, el interior es radicalmente distinto: el lobby de doble altura lleva hasta el corazón del edificio, donde un recorrido espiralado conduce hasta a los espacios de lectura y reunión.


En lo alto, un gran lucernario de cristal provee luz, y cierta sensación vertiginosa que puede asociarse con la atmósfera de las iglesias barrocas del siglo XVII. Para el crítico de arquitectura de The Guardian, Johnattan Glancey, “el atrio es un torbellino de arquitectura, que parece girar a medida que sube a través de la estructura, abriéndose en cada nuevo nivel. Si uno se para a los pies de este espacio altamente teatral, cuando el sol del invierno se mueve alrededor de la biblioteca, es como estar metido dentro de un iceberg ahuecado. También te hace sentir parte de un enigma fascinante de arquitectura: la biblioteca transmite al mismo tiempo una calma glacial, pero también está desafiantemente viva, es la vez moderna y barroca.” Schimdt-Hammer-Lassen, famosos por su ampliación de la Biblioteca Real de Copenhague (ver “ En Dinamarca...”, en pág. 25) ganaron el proyecto en un concurso internacional por invitación en 2005. En las bases del concurso se especificaba que la biblioteca debía ser emplazada sobre un basamento de piedra escocesa, con un diseño amigable no sólo para la matrícula, sino para toda la comunidad de Aberdeen. A ese objetivo contribuye una nueva plaza pública, parte del programa, que conecta la universidad con la ciudad, constituyéndose en el final de un eje Este-Oeste que atraviesa el campus.

Ahora, por supuesto, la gran pregunta tiene que ver con el rol de la biblioteca tradicional en la era digital. Según Hill, todo el diseño apuntó a construir un nuevo tipo de biblioteca. Lo cierto es que los estudiantes parecen más atraídos por los pisos inferiores, más vibrantes y ruidosos, y utilizan mucho más las salas para estudio en grupo que los espacios de estudio silencioso.


De hecho, los pisos abiertos evidencian la intención de hacer que la biblioteca funcione como un espacio de encuentro social, además de lugar de aprendizaje. El atrio que atraviesa todos los niveles fomenta el juego de mirar y ser mirado, así como los puestos de lectura del último piso funcionan como espacios ideales de contemplación de la ciudad. Y en una decisión bastante audaz para una institución universitaria tan tradicional, los baños son unisex. Como para dejar en claro que Aberdeen puede haber nacido a fines del siglo XV, pero ahora está bien instalada en el siglo XXI.


Biblioteca de la Universidad de Aberdeen

CORTE A-A. La sección longitudinal del edificio | CORTE B-B. Sección transversal
PLANTA 2° PISO. Los puestos de estudio están sobre los vidrios a la izquierda. (izq)
PLANTA 6° PISO. En este nivel está la biblioteca general. (der)
PLANO DE UBICACIÓN. La biblioteca es el número 3. (izq)
PLANTA BAJA. Están el café y las salas de exhibición. (der)
Proyecto: Schmidt Hammer Lassen Architects. Ubicación: Bedford Road, Campus de la Universidad de Aberdeen, Aberdeen, Escocia. Comitente: Universidad de Aberdeen. Superficie: 15.500 m2. Presupuesto: 40 millones de euros. Construcción: 2009-2011 Ingeniería: Arup & Partners. Quantity Surveyors: Davis Langdon. Paisajismo: Schmidt Hammer Lassen Architects. Fotografías: Adam Mork Inauguración: 2012.

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